Fue Erwin Perzy quien desarrollando una lámpara para un hospital vienés, dio con el efecto de la caída de nieve dentro de un medio acuoso.

Sin duda, la mezcla entre ese formato de escaparate en miniatura y el efecto nieve que se produce dentro de la bola son lo que nos atrapa la atención desde hace más de un siglo.

Inspirados en ese atractivo, la pasada navidad desarrollamos la versión en hinchable y en gigante para Correos y la Comunidad de Madrid.

Un producto en apariencia sencillo comparado con la complejidad de otros volúmenes que hemos desarrollado en el pasado, se vuelve un reto cuando nos damos cuenta que la electricidad estática, la posición y potencia de los ventiladores y el tamaño y cantidad de bolitas de porex son factores esenciales para el correcto funcionamiento de este nuevo tipo de hinchables.

Aunque en este caso se trató de un mero expositor, este tipo de esferas hinchables con efecto nieve, permiten también la introducción de personas en su interior o la cubrición de monumentos urbanos. Incluso cuando nieva…